Actualmente, la educación se ha encontrado de frente con la necesidad de desarrollar nuevas herramientas que permitan darle continuidad a cada proceso de formación de niños y jóvenes de todo el mundo.
El proceso de enseñanza que hace un par de días consistía en dictar una clase frente a un grupo de estudiantes, levantar la mano para socializar opiniones o resolver dudas, usar bata y gafas para entrar al maravilloso mundo de la ciencia a través de los laboratorios y realizar experimentos inimaginables, ganar partidos de fútbol a los del curso superior como el mayor logro de la semana, compartir un buen libro de poesía en biblioteca, jugar ajedrez en los pasillos del colegio o esperar con ansías la hora del almuerzo para disfrutar un menú pensado exclusivamente para cada estudiante, todo eso ha cambiado.
Frente a esta situación, en el Colegio Británico de Cartagena hemos encontrado la educación virtual como una herramienta fundamental que nos ha permitido seguir formando a los líderes del futuro, esos que seguramente harán del mundo un lugar mejor. En el camino nos hemos encontrado diferentes retos, pero la pasión de nuestro recurso humano por enseñar y con el apoyo de todas las familias CBC, hemos podido superar cualquier obstáculo para seguir brindándole lo mejor a nuestros estudiantes.
Algunos de estos retos han sido:
Distractores en el entorno vs. técnicas de concentración
Sabemos que estar en casa implica tener a la mano todos los juguetes, las mascotas y muchos otros distractores, sin embargo, nuestros docentes durante toda la vida escolar los estudiantes les han enseñado en el aula de clases diferentes técnicas de concentración que seguramente, hoy en día les ayudan a aprender de manera más eficaz en cada clase virtual.
Disposición de los estudiantes vs. interés personal en los temas
Saltar de la cama al escritorio a estudiar no suena muy divertido para los niños, pero cuando se trata de esperar las clases con ansías nuestros estudiantes son expertos. Esto se debe a que los niños y jóvenes de CBC se apropian de sus conocimientos y gracias a las estrategias de enseñanza de nuestros maestros, se interesan por los temas presentados, desean aprender algo nuevo cada día y continuar con lo aprendido del día anterior y se emocionan por el hecho de poder usar en casa con mamá y papá, eso que aprenden de manera virtual.
Recursos tecnológicos vs. recursividad de materiales
Muchos creerán que la educación virtual consiste únicamente en transmitir conocimientos a los niños a través de una pantalla, pero en CBC usamos la tecnología más avanzada de la humanidad: la creatividad. Cada taller de las clases despierta en los niños la curiosidad por descubrir que elementos de su casa pueden utilizar para desarrollar los ejercicios asignados.
Aislamiento social vs. relaciones sociales
Hoy estar en casa es la mejor manera de cuidarnos unos a otros, pero al tiempo nos hace extrañar a las personas que antes veíamos a diario. Por eso cada encuentro virtual entre maestros y estudiantes es una celebración. Los docentes reciben a los niños como lo hacían todos los días en el colegio, con abrazos y sonrisas aún ahora en la distancia. Los estudiantes se saludan entre sí y nunca falta quien se sigue colocando el uniforme equivocado. Los lazos de amistad se siguen fortaleciendo incluso estando separados físicamente.
Aprendizaje individual vs. participación de los padres de familia
Sin duda alguna el reto más grande ha sido vincular a los padres de familia en el proceso formativo de sus hijos y ¿saben? ha sido lo más satisfactorio de todo. Es gratificante ver a papás cosiendo disfraces del conejo de pascua en el tapete rosado de la habitación de sus hijas mientras las mamás buscan animales salvajes en la jungla del jardín con sus hijos. Si algo nos ha regalado la educación virtual ha sido la posibilidad de unir corazones y familias a través de cada actividad escolar.
En el Colegio Británico de Cartagena descubrimos que la educación no es el objetivo, sino un camino lleno de experiencias donde cada vez aprendemos a conocernos mejor a nosotros mismos y entender más a nuestros niños, mientras continuamos trabajando día a día para seguir siendo lo mejor para ellos.